"¿No estás harto de tener miedo? ¿No querrías tener la certeza, por primera vez en la vida, de que no estás loco? ¿De saber que todo lo que ves y lo que te pasa... es real?"

Durante casi toda su vida, Elisse ha sido acosado por criaturas horripilantes que al parecer nadie más puede ver ni escuchar. Desesperado por huir tanto de ellas como de su pasado, decide marcharse de la mística India para sumergirse dentro de la Gran Hechicera Nueva Orleans, con la esperanza de volver a encontrarse con su padre, quien, por motivos desconocidos, tuvo que abandonarlo siendo apenas un bebé.

Pero lo que Elisse no sabe es que en esa ciudad sepultada por una misteriosa niebla, y devorada por furiosos huracanes, se encontrará con mucho más que las respuestas a los enigmas de su inquietante vida: un secreto, tan ancestral como extraordinario, que se oculta entre los pantanos de Luisiana, en los muros helados del cementerio y hasta en su propia sangre.

Los abismos lo observan. Sus pesadillas lo persiguen. Y ahora, su instinto lo guiará a la batalla. ¿Tienes el valor de entrar en su mundo?

Bienvenidos a nuestra Nación.

    Escribir sobre la tan hechizada y mítica Nueva Orleans comprende un enorme reto, reto que fue tomado por Mariana Palova en esta obra, ella es mexicana de sangre y corazón, siendo una artista desde muy temprana edad, influenciada en gran medida por las ciencias ocultas, siendo El Señor del Sabbath su novela debut autopublicada en Amazon para posteriormente ser publicada bajo la Editorial Océano bajo su sello juvenil GranTravesía.

    Primeramente nos encontramos con la historia de Elisse, un jóven en búsqueda de respuestas con relación a quién es y del porqué fue abandonado por su padre, encontrándose con una familia de errantes de la cual formará parte y deberá ser capaz de enfrentar sus mayores miedos con tal de proteger a los que ama tanto de sí mismo como de diferentes criaturas provenientes del plano medio.

    A pesar de ser una novela debut, tiene todo lo indispensable para dejar huella propia ¿por qué lo digo? Bueno, porque se desarrolla un universo nuevo creado totalmente por la autora, uno que podríamos describir como fascinante y misterioso, ya que al ser el primer libre pone en contexto al lector sobre dicho mucho, ergo, no lo abarca del todo, dejando la puerta abierta a dudas que posteriormente se resolverán en los libros posteriores. 

    Algo a destacar de esta lectura es las anotaciones a pie de página que tiene esta novela, ya que tratándose de temas poco conocidos o muy estigmatizados no son del todo claro para un lector, pero la autora de manera breve retoma conceptos y ritos en los cuales enmarca en palabras sencillas para la mejor comprensión,  actualmente se pueden buscar esos conceptos en internet, sin embargo, es mejor leerlo de una autora documentada en un párrafo a encontrarlo en 149 resultados de búsqueda.

También algo a puntuar de esta historia es el uso de los diferentes tipos de narrador, en primer y tercera persona, ubicándonos en el contexto tanto del protagonista como un personaje importante para el desarrollo y autodescubrimiento de sí mismo, una deidad vudú. Esta variedad en la narración le da tesitura a la lectura, y nos brinda un panorama incluso fuera de Elisse, entendiendo a veces el cómo o por qué de alguna acción tomada tanto por los antagonistas como personajes secundarios.

    Se maneja de manera de manera tan magnífica los roles de género y las diferentes orientaciones sexuales, a palabras mismas de la autora "¿Cambiaría algo el hecho de que Elisse fuera chica o chico?" y la verdad es que no, siendo Elisse un personaje andrógino, confundido por su apariencia de mujer siendo él un hombre, destruyendo cualquier tipo de concepción machista heteronormativa en el libro, ergo, la trama no se centra en Elisse y la pareja que llegue a tener, sino que, pasa a segundo plano sin restarle la importancia que debe tener la reivindicación de los conceptos de ideología de género. 

    Para finalizar, no es lo único que se reivindica y lo centra en plano de discusión, sino que al tratar con temas relacionados con religiones afro haitianas o afrocubanas puede generar controversia e incluso fetichismo de las mismas, por su parte la autora quita ese velo refiriéndose a que ninguna deidad puede ser mala, sino que se limita a cumplir lo que le piden, no hay religión mala o buena, solo hay creyentes que usan ello para fines distintos, algunos malvados y otros en beneficio de su comunidad.

Es un libro completo en toda palabra, que deja no sólo enseñanzas a nivel espiritual, sino que nos enseña incluso a lidiar con nuestro propio monstruo de hueso y a encontrarnos a nosotros mismos.